En junio un policía local nos llamó para alertarnos de un cachorro que había recogido deambulando en las calles de Tomares. En unas horas este pequeño ya tenía una familia dispuesta a cuidarlo los diez días de espera y a adoptarlo después, a pesar de que iba a ser de tamaño grande.
Han pasado unos meses y nuestra pequeña bolita de pelos es ahora un señor mastín.
Muchísimas gracias al policía local que lo salvó y a Herminia por abrirle las puertas a su hogar.